La mayor ventaja de los coches diésel, y la más conocida por todos, es su bajo consumo. Los motores diésel están diseñados para exprimir al máximo cada gota de combustible y el combustible diésel es más calorífico que la gasolina, esto es: un motor diésel produce más potencia con menos combustible que un motor de gasolina. Esta mayor potencia también produce un mayor par motor, es decir: un coche diésel tiene mayor empuje desde bajas vueltas.
La mayor desventaja de los coches diésel frente a los de gasolina es también ampliamente conocida: su precio. Los coches diésel son más caros, en parte porque el motor diésel es más robusto, lo que es una ventaja, las paredes cilíndricas son más gruesas, pero esto significa también un aumento del costo.
Si tenemos en cuenta sólo el precio inicial del coche y el mantenimiento a corto plazo, los coches de gasolina son más baratos. Porque los cambios de aceite en los motores diésel también son más caros, es necesario cambiar con mayor frecuencia los filtros y, en ocasiones, los seguros son más caros para los coches diésel.
Sin embargo, a largo plazo, si vamos a hacer muchos kilómetros con nuestro coche, más de 15 mil al año, será rentable comprar uno diésel, recuperaremos la inversión inicial extra en el ahorro que haremos en el combustible. Además del ahorro en combustible, los coches diésel tienen mejor valor de reventa porque los motores de estos coches tienen una mayor durabilidad. Esto hay que tenerlo en cuenta si pensamos cambiar de coche en pocos años, si vamos a aguantar diez o más años con el mismo coche, ya habrá perdido casi todo su valor, sea de gasolina, sea de diésel. Aunque si vamos a cambiar de coche en dos o tres años, tampoco vamos a rentabilizar la compra de un diésel, al menos no en cuanto al ahorro de combustible. Es conveniente hacer el cálculo de nuestras necesidades, qué kilometraje vamos a hacer y calcular cuánto tiempo tendríamos que usar el coche que vamos a comprar para saber si nos será o no rentable.
Los motores diésel están diseñados para trabajar más horas y bajo condiciones más adversas, en este sentido, su durabilidad es mejor que los de gasolina. Pero es necesario un uso correcto, algunos problemas que suelen dar los coches diésel son debidos a un mal uso del usuario, y las reparaciones de los motores diésel son más caras porque son motores más complejos.
Los motores de gasolina tienen menos averías y su mecánica es más tradicional porque no han evolucionado tanto, por lo que son más fiables, sobre todo los de inyección indirecta. Además, se puede revolucionar más el motor.
Valorando estos factores podrás decidir si se ajusta mejor a tus necesidades un coche diésel o uno de gasolina.
¡Un saludo a todos los conductores!
Autoescuela Gandía El Punt
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